viernes, 24 de junio de 2016

BOLETA DE CALIFICACIONES - REFLEXIÓN


BOLETA DE CALIFICACIONES -  REFLEXIÓN 



Era miércoles, 8:00 a.m., llegué puntual a la escuela de mi hijo -“No olviden venir a la reunión de mañana, es obligatoria - fue lo que la maestra me había dicho un día antes.

-“¡Pues qué piensa esta maestra! ¿Cree que podemos disponer fácilmente del tiempo a la hora que ella diga? Si supiera lo importante que era la reunión que tenía a las 8:30.

De ella dependía un buen negocio y... ¡tuve que cancelarla!

Ahí estábamos todos, papás y mamás, la maestra empezó puntual, agradeció nuestra presencia y empezó a hablar. No recuerdo qué dijo, mi mente divagaba pensando cómo resolver ese negocio tan importante, ya me imaginaba comprando esa nueva televisión con el dinero que recibiría.









Juan Rodríguez!” -escuché a lo lejos -“¿No está el papá de Juan Rodríguez?”-Dijo la maestra.

“Sí aquí estoy”- contesté pasando al frente a recibir la boleta de mi hijo.


Regresé a mi lugar y me dispuse a verla. -“¿Para esto vine? ¿Qué es esto?” La boleta estaba llena de seises y sietes. Guardé las calificaciones inmediatamente, escondiéndola para que ninguna persona viera las porquerías de calificaciones que había obtenido mi hijo.




De regreso a casa aumentó más mi coraje a la vez que pensaba:

“Pero ¡si le doy todo! ¡Nada le falta! ¡Ahora sí le va a ir muy mal!” Llegue, entré a la casa, azoté la puerta y grité: -“¡Ven acá Juan!” Juan estaba en el patio y corrió a abrazarme. -“¡Papá!” -“¡Qué papá ni que nada!” Lo retiré de mí, me quité el cinturón y no sé cuantos azotes le di al mismo tiempo que decía lo que pensaba de él. “¡¡¡¡ Y te me vas a tu cuarto!!!”-Terminé.

Juan se fue llorando, su cara estaba roja y su boca temblaba.

Mi esposa no dijo nada, sólo movió la cabeza negativamente y se metió a la cocina.

Cuando me fui a acostar, ya más tranquilo, mi esposa se acercó y entregándome la boleta de calificaciones de Juan, que estaba dentro de mi saco, me dijo:

-“Léelo despacio y después toma una decisión...”. Al leerla, vi que decía: BOLETA DE CALIFICACIONES Calificando a papá:

Por el tiempo que tu papá te dedica a conversar contigo antes de dormir: 6
Por el tiempo que tu papá te dedica para jugar contigo: 6
Por el tiempo que tu papá te dedica para ayudarte en tus tareas: 6
Por el tiempo que tu papá te dedica saliendo de paseo con la familia 7
Por el tiempo que tu papá te dedica en contarte un cuento antes de dormir 6
Por el tiempo que tu papá te dedica en abrazarte y besarte 6
Por el tiempo que tu papá te dedica para ver la televisión contigo: 7
Por el tiempo que tu papá te dedica para escuchar tus dudas o problemas 6
Por el tiempo que tu papá te dedica para enseñarte cosas 7

Calificación promedio: 6.22

Los hijos habían calificado a sus papás. El mío me había puesto seis y sietes (sinceramente creo que me merecía cincos o menos) Me levanté y corrí a la recamará de mi hijo, lo abracé y lloré. Me hubiera gustado poder regresar el tiempo... pero eso era imposible. Juanito abrió sus ojos, aún estaban hinchados por las lágrimas, me sonrió, me abrazó y me dijo: -“¡Te quiero papito" Cerró sus ojos y se durmió.

¡Despertemos papas! Aprendamos a darle el valor adecuado aquello que es importante en la relación con nuestros hijos, ya que en gran parte, de ella depende el triunfo o fracaso en sus vidas.

¿Te has puesto a pensar que calificaciones te darían hoy tus hijos? Esmérate por sacar buenas calificaciones...





LO QUE ME MATÓ... CARTA A UN PAPÁ


LO QUE ME MATÓ...  CARTA A UN PAPÁ 

"Lo siento mucho papá, porque creo que ésta es la última vez que me podré dirigir a vos. En serio lo siento mucho, es tiempo de que sepas la verdad, voy a ser breve y claro: la droga me mató papá. Conocí a mis asesinos a eso de los 15 ó 16 años. Es horrible. ¿No es cierto? ¿Sabes como fue? Un ciudadano elegantemente vestido, muy elegante realmente, y que se expresaba muy bien nos presentó a nuestro futuro asesino, la droga, yo intenté rechazarla, de veras lo intenté, pero este señor se metió en mi dignidad diciéndome que yo no era hombre no es necesario que diga nada más, ¿no es cierto?...


Ingresé al mundo de las drogas.




No hacía nada sin que las drogas estuvieran presentes yo sentía que las demás personas y la droga, mi amiga, sonreían y sonreían...




¿Sabes papá?, cuando uno comienza, encuentra todo ridículo y muy divertido incluso a Dios lo encontraba ridículo hoy, en este hospital reconozco que Dios es lo más importante en el mundo, sé que sin su ayuda no estaría escribiendo lo que escribo papá, no vas a creerlo, pero la vida de un drogadicto es terrible. Uno se siente desgarrado por dentro es terrible y todos los jóvenes deben saberlo para no entrar en eso yo no puedo dar tres pasos sin cansarme los médicos me dicen que me voy a curar; pero cuando salen del cuarto mueven la cabeza.

Papá, sólo tengo 19 años y sé que no tengo chance de vivir, es muy tarde para mí, pero tengo un último pedido para hacerte: habla a todos los jóvenes que conoces y muéstrales esta carta, diles que en cada puerta de los colegios y en cualquier aula, en cada facultad, en cada boliche o en cualquier lugar, puede haber siempre un hombre elegante que va a mostrarles a su futuro asesino, el que destruirá sus vidas.

Por favor, haz eso papá, antes de que sea demasiado tarde para ellos también, perdóname papá, ya sufrí demasiado. Perdóname por hacerte sufrir también con locuras, adiós, querido papá".





Anónimo


Sé que me estas esperando en el cielo


Sé que me estas esperando en el cielo










Sé que me esperas en el Cielo...
pero hasta que llegue,
quiero que sepas que no te olvido
aquí en la Tierra.

LAS MANOS DE MI MADRE (REFLEXIÓN)

LAS MANOS DE MI MADRE (REFLEXIÓN DE LA MADRE

Un joven fue a solicitar un puesto gerencial en una empresa grande. Pasó la entrevista inicial y ahora iba a conocer al director para la entrevista final. El director vio en su CV sus logros académicos y eran excelentes. Y le preguntó: " ¿Recibió alguna beca en la escuela?" el joven respondió "no".

"¿Fue tu padre quien pagó tu colegiatura? "

" Mi padre murió cuando yo tenía un año de edad, fue mi madre la que pagó. "-respondió.

"¿Dónde trabaja tu madre? "

"Mi madre trabajaba lavando ropa."

El director pidió al joven que le mostrara sus manos . El joven mostró un par de manos suaves y perfectas.

"¿Alguna vez has ayudado a tu madre a lavar la ropa? "

"Nunca, mi madre siempre quiso que estudiara y leyera más libros. Además, mi madre puede lavar la ropa más rápido que yo.





El director dijo: "Tengo una petición: cuando vayas a casa hoy, ve y lava las manos de tu madre, y luego ven a verme mañana por la mañana."

El joven sintió que su oportunidad de conseguir el trabajo era alta. Cuando regresó a su casa le pidió a su madre que le permitiera lavar sus manos. Su madre se sintió extraña, feliz pero con sentimientos encontrados y mostró sus manos a su hijo.

El joven lavó las manos de su madre poco a poco. Rodó una lágrima al hacerlo. Era la primera vez que se daba cuenta de que las manos de su madre estaban tan arrugadas y tenían tantos moratones. Algunos hematomas eran tan dolorosos que su madre se estremeció cuando él la tocó.

Esta fue la primera vez que el joven se dio cuenta de lo que significaban este par de manos que lavaban la ropa todos los días para poder pagar su colegiatura. Los moretones en las manos de la madre eran el precio que tuvo que pagar por su educación, sus actividades de la escuela y su futuro.

Después de limpiar las manos de su madre, el joven se puso a lavar en silencio toda la ropa que faltaba.

Esa noche, madre e hijo hablaron durante un largo tiempo.

A la mañana siguiente, el joven fue a la oficina del director.

El director se dio cuenta de las lágrimas en los ojos del joven cuando le preguntó: "¿Puedes decirme qué has hecho y aprendido ayer en tu casa?"

El joven respondió: "lavé las manos de mi madre y también terminé de lavar toda la ropa que quedaba"

"Ahora sé lo que es apreciar, reconocer. Sin mi madre, yo no sería quien soy hoy. Al ayudar a mi madre ahora me doy cuenta de lo difícil y duro que es conseguir hacer algo por mi cuenta. He llegado a apreciar la importancia y el valor de ayudar a la familia.

El director dijo: "Esto es lo que yo busco en un gerente. Quiero contratar a una persona que pueda apreciar la ayuda de los demás, una persona que conoce los sufrimientos de los demás para hacer las cosas, y una persona que no ponga el dinero como su única meta en la vida". "Estás contratado".

Un niño que ha sido protegido y habitualmente se le ha dado lo que él quiere, desarrolla una "mentalidad de tengo derecho" y siempre se pone a sí mismo en primer lugar. Ignoraría los esfuerzos de sus padres. Si somos este tipo de padres protectores ¿realmente estamos demostrando el amor o estamos destruyendo a nuestros hijos?

Puedes dar a tu hijo una casa grande, buena comida, clases de piano, ver en una gran pantalla de televisión. Pero cuando estás cortando el césped, por favor que también lo experimente. Después de comer que lave sus platos junto con sus hermanos y hermanas. No es porque no tengas dinero para contratar quien lo haga, es porque quieres amarlos de la manera correcta. No importa cuán rico seas, lo que quieres es que entienda. Un día tu pelo tendrá canas, igual que la madre de ese joven. Lo más importante es que tu hijo aprenda a apreciar el esfuerzo y tenga la experiencia de la dificultad y aprenda la habilidad de trabajar con los demás para hacer las cosas." ¡Cuídate!

Desconozco el autor

sábado, 18 de junio de 2016

Gracias mamá, eres el mejor papá del mundo.

Hoy es un día especial. EL DÍA EL PADRE! Nunca he necesitado de estos días para expresar lo que siento sin embargo lo tomaré para hacer llegar un poco mas lo que siento.  Por este motivo quisiera agradecer a mi padre:
Gracias por darme la vida. Gracias por verme nacer, por estar conmigo siempre, por aceptar tu responsabilidad, por hacerte cargo de una vida más. 

Gracias, Gracias, porque sé que no, no ha sido fácil criarme. Gracias por soportar mis travesuras, mis malcriadeces, mis niñadas, mis malos ratos. 

Gracias por cuidarme tanto, gracias por enseñarme a ser fuerte, a vigilar mis pasos, a vigilar mis amistades. Gracias por hacerme entender lo que no estaba bien, por demostrarme cuál era el camino, por obligarme a recorrerlo, cuando en mi ignorancia e inocencia estaba renuente a hacerlo, creyendo que ya me las sabía todas, creyendo que ya sabría defenderme de este mundo. 

Gracias por regañarme, por corregirme, por obligarme a lo que no quería, por no creer mis mentiras, por saber cuando algo andaba mal.

Lo que he sido, lo que soy y lo que seré es gracias a ti, porque me has enseñado todo; todo y mucho más. Y sobretodo gracias por no abandonarme, gracias por creer en mi, por creer en mi futuro. Gracias por creer que sería una bendición para tu vida, gracias por amarme así. 

Gracias mamá, eres el mejor papá del mundo. 

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